Con la participación del músico ruso-israelí Shlomo Mintz se llevó adelante un encuentro inaugural en la cúpula del Centro Cultural Kirchner, sobre la propuesta musical que tendrá lugar el próximo 22 de marzo a las 20 h. 

Con la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; el director musical y violinista ruso-israelí, Shlomo Mintz; el luthier israelí, Avshalom Weinstein; el representante de la Embajada Alemana en Argentina, Peter Neven, y la directora de los Organismos Estables, Mariela Bolatti, se realizó un encuentro sobre el concierto Violins of Hope” (Violines de la Esperanza) que se llevará adelante el miércoles 22 de marzo a las 20 h, en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner y como parte de las actividades del Foro Mundial de Derechos Humanos organizado por la UNESCO.

Basado en una colección privada de instrumentos de arco utilizados por la comunidad judía antes del Holocausto y durante la Segunda Guerra Mundial, «Violines de la Esperanza» utiliza varios de estos violines, violas y cellos recuperados por los luthiers israelíes Amnon y Avshalom Weinstein, padre e hijo. La producción del espectáculo, a su vez, se realiza en forma conjunta entre la Embajada de Alemania y la Orquesta Sinfónica Nacional, dependiente de la Dirección Nacional de Elencos Estables del Ministerio de Cultura de la Nación.

El programa que se llevará adelante estará integrado por Un sobreviviente de Varsovia, de Arnold Schönberg, con la participación de Marcelo Lombardero como narrador, y el Coro Polifónico Nacional; el Concierto para violín y orquesta en mi menor op. 64, de Mendelssohn, y la Obertura Trágica op. 81, de Brahms

“Es un verdadero honor que Shlomo Mintz esté en la Argentina. Aquí lo valoramos mucho no solo por su talento como músico, director e intérprete, sino por su testimonio y lucha constante. En la Argentina estamos conmemorando en este tiempo los cuarenta años de democracia. Siempre cuando se mira hacia atrás, se encuentran momentos de luces y de sombras, pero dimos un paso muy importante, porque dejamos atrás aquellos períodos de dictaduras militares. Hace cuarenta años asumía Alfonsín y también dejábamos de lado el espanto, campos de concentración, la tortura, el secuestro, la desaparición de personas, robo de niños. Muchos de esos genocidas admiraban a Hitler y el nazismo”, expresó el ministro Tristán Bauer

Y agregó: “Por eso, este proyecto ‘Violines de la Esperanza’, y esa palabra ‘esperanza’, nos parece conmovedor. Es por ello también que nos sumamos desde el Ministerio de Cultura y el Centro Cultural Kirchner con toda nuestra energía; hacer memoria, mirar ese pasado para construir futuro, en el que esté presente también la belleza de los músicos y músicas, artistas de la dimensión de Arnold Schönberg, Félix Mendelssohn, Johannes Brahms, para recordar y proyectar desde esa belleza hacia la construcción de un futuro. Seguimos viviendo una humanidad muy compleja, pero tenemos el compromiso, y la cultura y las artes que, sabemos, tiene el rol fundamental que es crear una sociedad más justa, hermosa y que deje aquellas atrocidades no para olvidar, sino para recordar aquella consigna que aquí se hizo muy fuerte, la de ‘Nunca Más’. Por eso mismo, bienvenido los ‘Violines de la Esperanza’”.

Luego el ministro Peter Neven, representante de la Embajada de Alemania en Argentina comentó: “’Violines de la Esperanza’ tiene que ver con instrumentos que poseen una historia muy conmovedora y nos complace mucho que Avshalom Weinstein y su padre, Amnon Weinstein, hayan traído 16 de estos violines a Argentina para presentarnos y relatarnos los destinos vinculados con estos instrumentos. Para nosotros, en la Embajada, se trata de un proyecto muy importante en el cual hemos trabajado durante muchos años. Primero porque la memoria de la Shoá, del Holocauto, es parte de la identidad alemana. Y me parece muy adecuado traer a los ‘Violines de la Esperanza’ precisamente a Buenos Aires, que recogió a tantas personas de religión judía, donde hallaron refugio aquí cuando sufrían persecución en Alemania. Segundo, porque de la historia hay que sacar enseñanzas para el futuro”.

“En la actualidad vemos que, una vez más, se emplea la guerra como un recurso de la política. Vemos que personas con religión diferente, diverso origen, y convicciones políticas diferentes son víctimas de violencia. En este contexto, el recuerdo de los crímenes cometidos durante el nazismo nos enseña a valorar la democracia y a respetar los derechos y la dignidad de cada ser humano. El mensaje principal de los ‘Violines de la Esperanza’ es para nosotros tan valioso porque mantiene vivo el recuerdo de las épocas más oscuras del pasado y, a la vez, transmite esperanza para el futuro y nos fortalece para que nunca más sucedan crímenes de esta naturaleza”, agregó Neven.

Y compartió: “En el Programa que hemos armado junto con el Ministerio de Cultura, el Museo del Holocausto, el Centro Centro Ana Frank y la Fundación Judaica, habrá, entre los puntos principales, una exposición en el Museo del Holocausto, donde podrán verse 16 de estos violines y leer sobre sus historias. También habrá encuentros de alumnos de colegios secundarios con Avshalom Weinstein, que implica un acto importante para educar a las generaciones futuras, y la proyección de un documental, el próximo lunes en el templo de Libertad. Y, como punto culminante, el gran concierto en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner con la Orquesta Sinfónica Nacional y la participación del maestro Shlomo Mintz y como solista”.

A su turno, el músico Shlomo Mintz tomó la palabra: “Lo más importante de ‘Violines de la Esperanza’ es el mensaje que trae desde el pasado, hacia el futuro. Cualquier tipo de persona, de todos los lugares, pueden aprender de la misma manera. El regalo más importante de los humanos es la comunicación y la capacidad de vivir y convivir por encima del interés propio. Lamentablemente, vivimos en tiempos muy interesantes, pero muy difíciles. Y el concepto, la idea filosófica de este proyecto es difícil de concretar. Por lo tanto, lo único que podemos hacer es aprender del pasado y a aprender a dar lo mejor de nosotros, a vivir de la mejor manera posible no solo en relación con lo tecnológico, sino más bien en cuanto al bienestar y el cuidado de los demás”.

Y concluyó: “Como ciudadano del planeta Tierra, mi obligación es marcar a los que están haciendo el mal que se hizo para mejor la vida en este mundo. Y ese es, para mí, el verdadero mensaje de ‘Violines de la Esperanza’”.

Más tarde Avshalom Weinstein, representante de la tercera generación de luthiers de su familia, compartió: “Es un honor y una enorme felicidad poder traer ‘Violines de la Esperanza’ a la Argentina, porque este país recibió y salvó a muchos familiares míos que escaparon durante la guerra. ‘Violines de la Esperanza’ son los conciertos, las charlas, las exhibiciones y, sobre todo, es el programa educativo. Creo personalmente que para ser una buena persona, una mejor persona, lo fundamental es la educación. Y la educación no es sólo la ciencia. También es la historia y la relación con los demás. Lamentablemente en 2023 ya no tenemos tantos sobrevivientes con quienes poder hablar. Lo que hace que estos programas educativos sean aún más importantes y desafiantes porque no tienen el mismo impacto que escuchar a un sobreviviente hablando y que cuente su historia. Espero que con este tipo de proyectos, como ‘Violines de la Esperanza’, podamos educar a las futuras generaciones para que no cometan los mismos errores. Hay muchas maneras de abordar la educación y espero que este proyecto marque una diferencia en la formación de algunos jóvenes”. 

Por último, la directora de Elencos Estables, Mariela Bolatti, señaló: “’Violines de la Esperanza’ es un proyecto que, sin dudas, tiene una enorme simbología. La presencia de estos instrumentos en la Argentina es una manera de recordar a aquellos a quienes pertenecieron, y a la esperanza de la vida que ellos siguen representando para todos nosotros. Sin dudas, la visita del maestro Shlomo Mintz enorgullece y engalana nuestra temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional. Y el aporte de estos instrumentos que nos obligan a pensar, como tantas veces, que este trabajo ligado al arte solo tiene sentido si es en favor de la paz, del supremo valor de la vida humana, del desarrollo de los pueblos en armonía y de la confraternidad”.

Sobre «Violines de la Esperanza»

Violins of Hope (Violines de la Esperanza) es un proyecto de conciertos basado en una colección privada de violines, violas y violoncellos coleccionados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Muchos de estos instrumentos pertenecieron a judíos antes y durante la Guerra. Un gran número de ellos fueron donados por sobrevivientes o comprados a estos. Otros llegaron a través de familiares, y algunos presentan Estrellas de David agregadas por los luthiers que los construyeron. En los inicios del siglo XX, con frecuencia los violinistas amateurs adquirían instrumentos personalizados con detalles simbólicos.

Todos los instrumentos tienen un común denominador. Son símbolos de esperanza y una forma de decir: “Recuérdame, recuérdennos. La vida es buena, celébrenla por aquellos que perecieron, por aquellos que sobrevivieron. Por toda la gente”.

Los luthiers Amnon y Avshalom Weinstein, padre e hijo, quienes trabajan en Tel Aviv y en Estambul, son los dueños de esta colección. Dedican su experiencia e infinito amor a asegurar que estos instrumentos, muchos de los cuales fueron de poco valor monetario, se vean bellamente renovados. Pero no basta con esto, sino que logran un sonido fantástico, digno de los mejores músicos y grandes salas de concierto.

Los nazis utilizaron la música, y especialmente a los violines, para humillar y degradar a los judíos en los guetos y en los campos de concentración, y confiscaron varios miles de instrumentos pertenecientes a judíos en toda Europa.

Los conciertos de Violins of Hope (Violines de la Esperanza) son la respuesta suprema a sus planes de aniquilación de un pueblo y su cultura, de destrucción de vidas humanas y de la libertad. Con frecuencia se compara el sonido de los violines con la belleza de la voz humana. Cuando se los ejecuta con talento y espíritu, es sabido que pueden llegar a los corazones y conmoverlos. Esta fue la función de los violines en la guerra – conmover los corazones, estimular la esperanza de tiempos mejores y difundirla. Dondequiera que hubo música, hubo esperanza.

Las entradas para el concierto, que se realizará el miércoles 22 de marzo a las 20 h, pueden reservarse, gratis, desde el lunes 20 de marzo a las 12 h en https://www.cck.gob.ar/

Sobre Shlomo Mintz

Nació en Moscú en 1959 y, a los dos años, emigró a Israel. Hoy, Shlomo Mintz es considerado uno de los violinistas contemporáneos más destacados y aclamado por su musicalidad, versatilidad estilística y gran técnica. Durante sus más de 50 años, ha tocado con las más grandes orquestas y directores del mundo.

Fue galardonado con los más prestigiosos premios internacionales, entre ellos: el Premio Internazionale Accademia Musicale Chigiana, el Diapason D’Or, el Grand Prix du Disque, el Gramophone Award, el Edison Award y el Cremona Music Award. En 2006 recibió el título honorífico de la Universidad Ben Gurion del Neguev en Beer Sheba, Israel, y en 2022, fue nombrado Miembro Honorario de la Academia de Música y Danza de Jerusalén (Israel).

FUENTE: MINISTERIO DE CULTURA

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