El 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro, una fecha que rinde homenaje a la labor docente en el país y conmemora el legado de Domingo Faustino Sarmiento, considerado el «Padre del Aula». Sarmiento, una de las figuras más influyentes en la historia educativa de Argentina, falleció el 11 de septiembre de 1888, y desde entonces, se eligió esta fecha para reconocer su incansable trabajo en favor de la educación pública.
Sarmiento, nacido en San Juan en 1811, dedicó su vida a la mejora de la enseñanza en Argentina, impulsando reformas educativas que sentaron las bases del sistema educativo moderno. Fue un férreo defensor de la educación como motor del progreso y la igualdad social, creyendo firmemente en que solo a través del conocimiento una nación podría avanzar y desarrollarse. Su obra más destacada, «Facundo», abordó temas sobre la civilización y la barbarie, pero fue su compromiso con la creación de escuelas, la formación de docentes y su paso por la presidencia del país entre 1868 y 1874 lo que consolidó su legado.
En este día, escuelas de todo el país llevan a cabo actos conmemorativos, actividades especiales y homenajes a los docentes que, con su dedicación, forman a las nuevas generaciones. Es una jornada para reflexionar sobre la importancia del rol del maestro en la sociedad, su esfuerzo diario en la enseñanza y los desafíos que enfrenta el sistema educativo actual.
Aunque en muchas partes del país se trata de un día no laborable para los maestros, su impacto y labor son recordados por estudiantes, colegas y la comunidad en general. La fecha no solo celebra a los docentes en ejercicio, sino que también sirve como un momento para agradecer a quienes han dedicado su vida a enseñar, formando el futuro de Argentina.
El Día del Maestro, en esencia, busca revalorizar la importancia de la educación y el papel de los maestros como agentes clave del cambio y la transformación social.