El presidente electo Javier Milei presentó su primer proyecto de presupuesto para 2025, alineado con sus promesas de campaña centradas en una drástica reducción del gasto público y la reforma del Estado. El plan incluye una baja considerable en los subsidios energéticos y al transporte, la privatización de empresas estatales, y una disminución de ministerios, todo orientado a equilibrar las cuentas fiscales y frenar la inflación. Además, se proyectan recortes significativos en programas sociales, lo que ha generado preocupación en diversos sectores.
El presupuesto también prevé una mayor apertura económica y la eliminación gradual de impuestos distorsivos. Las reformas buscan atraer inversiones extranjeras y fomentar la actividad privada como motor del crecimiento. Sin embargo, las medidas han sido criticadas por sectores de la oposición y analistas, quienes advierten sobre el impacto social de los recortes.
Milei defiende su plan como la única vía para estabilizar la economía y devolverle competitividad a la Argentina.
