La caminata a Luján es una de las peregrinaciones más emblemáticas de Argentina, y cada año miles de personas participan en este evento religioso con el objetivo de llegar a la Basílica de Nuestra Señora de Luján, la patrona de Argentina. Esta caminata, que comenzó de forma organizada en 1975, se extiende a lo largo de unos 60 kilómetros desde el barrio de Liniers, en Buenos Aires, hasta la ciudad de Luján, en la provincia de Buenos Aires.
Los peregrinos, provenientes de distintas partes del país, realizan la caminata como muestra de fe y devoción, muchos de ellos con pedidos especiales o para agradecer favores concedidos. La peregrinación se ha convertido en una tradición que reúne a personas de todas las edades, algunas de ellas realizando la travesía por primera vez, mientras que otras participan anualmente como un acto de compromiso espiritual.
Durante el recorrido, que puede durar entre 10 y 14 horas, se disponen puntos de asistencia donde los voluntarios ofrecen agua, alimentos, y primeros auxilios. También se realizan misas y bendiciones para los peregrinos, quienes a pesar de las dificultades físicas, encuentran motivación en su fe y en el acompañamiento colectivo.
Al llegar a la Basílica, los participantes se reúnen para la misa central que celebra el arzobispo de Buenos Aires, culminando la experiencia con un momento de oración ante la imagen de la Virgen de Luján. Esta peregrinación, considerada un verdadero acto de devoción popular, refleja la profunda conexión entre la fe católica y la cultura argentina.